Autos clásicos: festejo sobre ruedas en Juanicó

      En un evento único que, tuvo por escenario a las calles, carreteras, rutas y caminos de Juanicó, Las Violetas y la ciudad de Canelones, en un espléndido domingo primaveral –de excepción para este mes de octubre  que se presenta como de invierno, se vivió este espectáculo cuyos protagonistas fueron vehículos antiguos de diversa data, entre 1920 y 1980, buena parte del patrimonio automovilístico nacional, procedentes de distintos puntos del territorio nacional llegaron a Juanicó para adherir a nuestras festividades locales relacionadas al Bicentenario del nacimiento de Cándido Juanicó.

    Los visitantes partieron –en el entorno de las 11 hs- desde la calle San Marcos (Juanicó), para llegar al Establecimiento Juanicó, luego de pasar frente a la plazoleta Dr. Cándido Juanicó, en las cavas de la bodega más antigua de la región, se compartió un vino de cortesía mientras se escuchó una breve disertación sobre la vida y obra del Dr. Cándido Juanicó, a cargo del Dr. Fernando Lúquez. Posteriormente, retomaron la marcha para llegar a la capital departamental, viaje que emprendieron por los caminos de Las Violetas; decenas de coches antiguos surcaron aquellos caminos bordeados por una verde vid, paisaje característico de aquel bello paisaje rural de Juanicó.  

   El ingreso a la ciudad capital se hizo pasada la hora 13, donde luego de haber recorrido por varios minutos sus calles, se realizó una estática en la plaza 18 de julio, frente a la Catedral. Una hora más tarde, regresaron a Juanicó para compartir un almuerzo en el Salón del Club Ciclista Juanicó. En todo este evento organizado por “Amigos de los Autos Clásicos de Canelones” y el Instituto Histórico de Juanicó, hubo un denominador común: los concurrentes y el público que se deleitó con este espectáculo sin parangón, no daban abasto al cambio de pilas en sus cámaras fotográficas, quienes incesantemente tomaron imágenes, muchas de las cuales quedarán como postales de un festejo cuya celebración la comunidad recordará que, como otrora, los hoy “longevos” –pero cuidados y hermoseados- coches, volvieron a transitar nuestras calles y caminos.