Señores Asociados.
Esta es la ocasión, de naturaleza estatutaria, en que nos toca compartir y dar cuenta con ustedes la Memoria Anual de lo actuado en el ejercicio administrativo que cerró el pasado 15 de junio. Sí bien corresponde realizar ese informe, deseo –sin perjuicio de cumplir con el precepto estatutario- se me de licencia para hacerlo de una forma especial, dado que es, el noveno (y el último) que me toca rendir ante el Soberano Social de esta querida casa: el Club Ciclista Juanicó. ¿Por qué?
Porque me voy, pero me quedo.
Un tercio de mi vida ha de guarecer entre estas paredes, como parte de su administración, desde aquellos tiempos del cruel y desolador año 2002, supimos ser parte – de un grupo liderado por Juan Morando y Carlos Remedios- de una época de recuperación y restauración del Club Ciclista Juanicó.
Me voy, pero me quedo.
Apreciar cada logro, que no es propio, es compartido por cada grupo directriz que integré desde aquellos primeros tiempos hasta estos días. Un club que, con el paso de estos años, ha visto edificarse entre esas viejas paredes levantadas en aquel lejano 1955, una sede social prácticamente nueva, moderna, adaptada a los tiempos del siglo XXI, no sólo para Juanicó, sino para buena parte de esta región de Canelones.
Me voy, pero me quedo.
Supimos recuperar a una institución que fue, en buena medida, abandonada por el mismo pueblo que le diera vida en la primavera de 1938. Retomar de su mejor historia, esas viejas y fundacionales credenciales de una institución que supo ser pionera en distintos frentes de la vida social, cultural y deportiva de Juanicó, fue nuestro mayor próposito.
Ya en 1941 era el primer club ciclista del país en poseer una pista de ciclismo; aunque posteriormente (año 1980), se construyera el primer velódromo del departamento y, eso lo llevara a convertirse en el primer Club de Sudamérica en ser propietario de tal infraestructura ciclística. Verdaderamente ello forma parte, de la mejor historia no sólo de Juanicó, sino del ciclismo uruguayo.
Un club que además, fue a la vanguardia en el deporte de la bocha, promoviendo la inclusión de género por primera vez en la historia bochófila a nivel nacional, de iniciar los primeros campeonatos de bocha mixto (femenino y masculino). Un club que en el ámbito social, supo brindar excepcionales espectáculos y bailes, desde la presentación de artistas internacionales como Los Wawancó, Palito Ortega, Cuarteto Imperial, Alberto Castillo, Los Pimpinelas o, el estreno (en 1972) del célebre tema de The Moolight’s: Milonga de Pelo Largo, presentada por vez primera al público en la Sala del Club Ciclista Juanicó. De esa época, se extrae ese empuje de promover eventos internacionales, con la presencia –en estos tiempos- de artistas como La Sinfónica de Tambores, Jorge Nasser o Ignacio Copani.
Un Club que, supo ser impulsor en 2003, de la Fiesta del Vino o, la Feria de la Tradición a partir de 2008, creando a partir del año 2012, la otorgación del Premio Juan Pedro López a artistas del país; contando con un hermoso tema alusivo a la tradición, creado por el cantautor local y socio de la Institución, Raúl Romero Lemos. Un Club que, apuesta fuertemente a la cultura local, tan fue así que, impulsó junto al Prof. Cono Gómez, la creación de la Casa de la Cultura (inaugurada un 10 de agosto de 2006) y, brindara sus cursos, desde las instalaciones de nuestro Club hasta el año 2011.
Proyectos culturales que están llamados a continuar, mejorar y, sobre todo, a que la comunidad que dio vida a este Club, se apropie de estos emprendimiento de la oferta turística local, que han merecido el apoyo de empresas y organismos estatales, así como el Gobierno departamental y municipal, respectivamente, de los Ministerios de Educación y Cultura, de Turismo y Deportes, de Defensa Nacional, del Ministerio del Interior.
En estos doce años y, fundamentalmente, en los nueve que nos tocara dirigir los destinos del Club, recibimos el incondicional apoyo de empresas locales, de las que, me permito enumerar: ESTABLECIMIENTO JUANICÓ S.A., PRO.QUIM.UR. S.A., BERNARDO FUENTES PAREJA TRANSPORTES, DYBANA S.A. – BODEGA MORANDO, VALLA HNOS CONCESIONARIOS S.A., BARRACA JULIA SRL, VINOS EL MARQUELLANO, FAMILIA MOLINARI, BODEGA MOIZO, SUPERMERCADO COVANDONGA, CASA ESPINO y quiero, muy especialmente, hacer referencia a dos empresas que no son de la zona pero que, forman parte ya no de la historia remota del Club, sino del ayer reciente, del presente y del futuro. Una de ellas, TELEFÓNICA MÓVILES S.A. (Movistar) que en agosto de 2007, suscribimos un contrato de arrendamiento en una fracción en el padrón 4570 rural (propiedad de este Club), para que se emplazara allí un mástil o antena de dicho empresa de telefonía celular; de ese contrato han devenido importantes ingresos desde esa fecha hasta la actualidad y, de futuro (por lo menos hasta el 2017). Cada peso de esos ingresos fueron invertidos en su totalidad en las obras que el vecindario local y los visitantes que ha ganado el club desde 2007 a la fecha, han podido apreciar: un nuevo ruedo en el Velódromo, con su gabinete de baños, el alumbrado de dicho espacio, los nuevos baños de la Sala de eventos, el cielorraso nuevo, los ventiladores, el calefactor, las 27 mesas y 130 sillas, en fin, una inversión cuantiosa que supera largamente el medio millón de pesos. Todo esto, cuenta con el respaldo contable y los contralores de las respectivas comisiones fiscales, en todos estos períodos.
Y la otra empresa, casi vecina –de Las Piedras- pero, que se ha aquerenciando rápidamente en Juanicó: La Sede Bar. Supo dar un fuerte impulso a un querido club de aquella hermana ciudad y, ahora se atreve, a hacer lo mismo en nuestro Club ciclista Juanicó. Con sólo apreciar las obras, la imagen y el servicio que se está brindando, dan crédito al nuevo tiempo que se ha inaugurado en esta Institución. Gracias a La Sede Bar, el Club ha podido generar inversiones –largamente deseadas- en la Cantina Social, y lo ha hecho, merced a contrato de alquiler suscrito con esta empresa.
Queda mucho por hacer.
Lo último que se hizo, en materia de inversiones, fue el cambio de toda la red eléctrica de la Sede Social, incorporando el tablero trifásico de 15 Kw. El amoblamiento de la Sala de Sesiones y Secretaria, fue una de las últimas adquisiciones que se realizaron en estos meses.
En fin, mucho aprendí de esta Casa, de sus asociados y, fundamentalmente, de quienes acompañaron esta marcha en un camino de trabajo por este querido Club; como dijo alguna vez Franklin D. Roosevelt: “Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace” Y yo, dije que sí, primero acompañando a Carlos Remedios como secretario a partir de junio de 2002; y luego volví a decir que sí, con 25 años de edad, a la Presidencia del Club, en junio de 2005. Aquí expresando que: me voy, pero me quedo, en el recuerdo y en el agradecimiento, en este tiempo compartido y, por lo que harán ustedes, que será, no tengan la más mínima duda, que la continuidad en la construcción permanente de un Club que hace historia en el corazón de su gente. Muchas gracias.
