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Villa JUANICÓ (Canelones - Uruguay)

HALLAZGOS LÍTICOS EN JUANICÓ

Ha sido un desvelo del Instituto Histórico de Juanicó, el hurgar sobre el pasado pre-histórico de la región en cuyas tierras se asienta la homónima comarca. Tarea no sencilla. Empresa que nuestra asociación como tal, no ha realizado; no obstante, recientemente, un joven entusiasta y aficionado al mundo lítico que nuestro suelo ha atesorado sigilosamente, durante varios de cientos de años –quizá hayan sido miles. Este joven, y su también joven familia: Cristhian Lavittola Martínez, Natalia Garat (su esposa) y la hija de ambos: Florencia, han tomado con cariño una actividad, casi por recreo, otro tanto por amor a nuestra prehistoria, han recorrido en largas tardes, también largos trayectos por los cursos de agua y sus álveos. El elegido ha sido el arroyo de la Lana, curso así conocido desde los tiempos de la Guerra Grande (1838-1851) en que Francisco primero, y luego su hijo Cándido Juanicó, tenían en ese frondoso arroyo y sus inmediaciones, la sombra y agua necesarias, para aquellas más de 3.000 lanares (de las mejores razas merino y sajonas del país), ganado que lamentablemente, fue devastado por la execrable Guerra Grande.

         Pero vayamos más allá del siglo XIX, quizá lleguemos a los tiempos en que los pámpidos (macroetnia aborigen anterior a la Nación Charrúa), habitara buena parte del suelo Oriental –ergo, estas tierras también- pueblo que debe a su denominación, por ser originarios de la pampa argentina. Cuyo avecindamiento asciende al año 9.000 a.C.; y es tan probable como cierto, que, sobre las zonas altas -próximas al cauce del conocido Arroyo de la Lana- existieron innúmeros talleres indígenas, cuyos restos líticos, han vuelto a ver la luz solar y han sido tocados por manos humanas, después de varias centurias. Sí. Gracias al trabajo de Cristhian, Juanicó empieza a reencontrarse con un pasado hartamente remoto.

      Perforadores de cueros y otras superficies blandas; raederas de cuyo uso podría formarse finas puntas en maderos;  trozos de cuarzo o sílex de cuyo labrado resultaban cuchillos; los hay, que cumplieron su rol de puntas de flechas, que, según su tamaño o porte, se utilizaban para la caza de presas (de acuerdo también al tamaño de la fiera), se han hallado también, boleadoras de piedra maciza, hay piezas dada en llamarse raspadores, por la función que cumplían de desollar a los animales, quitarles la grasa de sus cueros. Sí. Lo que es cierto es que, estas piezas pertenecieron a la Edad de Piedra (del Paleolítico).

   Decenas de piezas líticas, halladas aquí, (ver FOTOS) en las inmediaciones de este arroyo, ubicado a unos 2,5 kilómetros de la actual Ruta Nacional 5, serán puestas en exhibición permanente en un Museo pre-Histórico, que, dirigido por Cristhian Lavitola, será el primero en su especie en Juanicó, con el apoyo del Instituto Histórico local; estará abierto al público, desde el propio domicilio de la familia Lavitola-Garat, circunstancia que, lo volverá en una singular experiencia museística a nivel departamental.

 

Dr. Fernando Lúquez Cilintano

Presidente del Instituto Histórico de Juanicó

Secretario de la Federación de Instituciones Históricas de Canelones.

Agosto 2011.-

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