Histórico: Restos de un Héroe Nacional en Juanicó

El pasado viernes 5 de noviembre, a tempranas horas de la mañana se llevó a cabo el traslado de los restos del Gral. Timoteo Aparicio; principiando por un sentido homenaje en la ciudad de La Paz, localidad que lleva el nombre de la paz conquistada, merced de las gestiones realizadas por el caudillo blanco y que se suscribiera el 6 de abril de 1872. Acto, en el que participaran el Intendente de Canelones, Marcos Carámbula, los diputados Luis Lacalle Pou, Amín Niffouri, el Alcalde de la Ciudad de La Paz Juan Tons, la Presidenta de la Comisión Dptal. del Patrimonio de Canelones, Prof. Elena Pareja, ediles departamentales, dirigentes nacionalistas e integrantes de la Comisión Patriada por la Historia, encargada de un profuso trabajo que, se inició hace varios años; se destaca la labor del ex representante nacional Guillermo Seré, el Prof. Pelfort, la Sra. Raquel Trobo, Alejandro Bauer, Fernando Perdomo entre otros. En esa ocasión, se descubrió una placa, en recordación de la Paz suscrita en 1872. A las 11 de la mañana, la marcha de aparceros y dirigentes que, desfilaron por las calles de la ciudad de La Paz, cuan lanceros de Timoteo, fueron rumbeando por la Ruta 5 hacia el destino final: ciudad de Florida. En el trayecto, los jinetes hicieron sendas paradas, siendo la primera de ellas, a las dos horas y media de iniciada dicha marcha, es que, más de un centenar de aparceros llegaron hasta Juanicó, para acampar por unas horas en el Ruedo Gral. José Artigas, quienes fueron recibidos por la comunidad juanicoense. Entre los presentes, se destacaron tres jinetes: el Dr. Luis Lacalle Pou, Irineu Riet Correa (ex intendente rochano) y el joven legislador pedrense Amín Niffouri; acompañados por dos ediles departamentales: Daniel Correa y Sergio Gnazzo. Luego de compartir, un suculento guisado criollo, se realizó frente al busto del Prócer José Artigas, y en compañía de los restos del Gral. Timoteo Aparicio; un sencillo acto, donde se entonaron: el Himno Nacional y el Himno a Canelones, ejecutados éstos, por la Orquesta Municipal de Canelones, luego de ello, el secretario de la Federación de Instituciones Históricas de Canelones, el Dr. Fernando Lúquez quien entre otras cosas dijo: “estamos a pocas leguas, a dos casi, del lugar donde naciera Timoteo Aparicio, en Paso Palomeque, zona del Canelón Grande, para este lugar que es el reducto de las tradiciones; este Ruedo que lleva el nombre de nuestro Prócer, se honra con vuestra presencia y, el hecho histórico que, los restos de Timoteo Aparicio, un Caudillo de Paz, se encuentren entre nosotros…fue, a punta de lanza y a lomo de caballo que se escribió la historia de aquel joven Estado; fue con Timoteo, y otros valientes orientales, que se alumbraron las primeras instituciones republicanas, entre ellas, la coparticipación en el gobierno, de los partidos de la oposición. Fue, Timoteo quien marcó un rumbo, seguido luego su trillo por otros compatriotas en una patriótica gestación del país que hoy tenemos. Bienes, sangre y vida donaron, para que el Uruguay de hoy, fuese ese pequeño gran trozo de suelo americano destinado a ser ejemplo para la región y el mundo, de una concepción republicana donde las libertades individuales son el sostén del Estado de Derecho…” Luego, a la hora 16, partió rumbo al norte, la gran caravana de almas montadas en potros que recreaban una marcha donde los colores de la Patria eran el denominador común; la próxima parada sería el campo del Dr. José Andújar, donde los jinetes pasarían su primera noche. Mientras que los restos del Gral. Aparicio, descansaría –por una noche- en la Catedral donde fuera bautizado poco después de su nacimiento (1814) -precisamente en aquellos tiempos en que Villa Guadalupe de los Canelones, era sede del Primer Gobierno Patrio conducido por el Gral. José Artigas. Fue a la hora 20, que feligreses guadalupanos acompañando a los párrocos y al Obispo de nuestra Diócesis, Dr. Alberto Sanguinetti, reciben los restos de Timoteo, para concelebrar un Responso Obispal. Al día siguiente, sábado 6, a tempranas horas, partió la cada vez más concurrida marcha, rumbo hacia los pagos adoptados como suyo por Timoteo: Florida. Allí, al día siguiente, domingo 7, aguardarían en la Necrópolis de la Piedra Alta, el Presidente de la República José Mujica, el Intendente Dptal. Carlos Enciso y el Presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, Dr. Luis A. Lacalle, quienes junto a una multitudinaria presencia nacionalista, dirigentes, legisladores y vecinos no sólo de Florida, sino de distintos puntos del país, rindieron el homenaje final, cerrando los tres días de recordación, actos y marcha por un Oriental que, en vida, puso todo, dejando prácticamente en la más angustiante nada secular, sus últimos bienes materiales todo, absolutamente todo, en aras de promover la construcción de un mejor país.